Con varios impactos de bala en la cabeza, Mauricio Walter Inga, de 40 años, quedó boca abajo y en medio de un charco de sangre, tras ser asesinado al estilo sicariato en la comunidad Jesús del Gran Poder, parroquia Molleturo del cantón Cuenca, provincia del Azuay.

El hecho ocurrió la mañana de este lunes 25 de agosto de 2025. Según testigos, los antisociales huyeron en dos motocicletas por la vía Estero Piedras–Putucay, donde incluso asaltaron a un transeúnte antes de desaparecer en la zona de San Carlos, provincia del Guayas.
Mientras que paramédicos del Cuerpo de Bomberos de San Carlos acudieron al lugar y confirmaron que Inga ya no presentaba signos vitales.
Investigaciones
Al sitio llegaron agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased) de la subzona Azuay, junto con peritos de la Unidad de Criminalística (UCM) de la Policía Nacional.
De acuerdo con las primeras indagaciones, la víctima había sobrevivido a dos atentados en meses anteriores, por lo que se presume que los sicarios lo tenían identificado hasta consumar su objetivo.

En la escena se levantaron varios indicios balísticos que servirán para la investigación. Las evidencias fueron ingresadas mediante cadena de custodia al Centro de Acopio de Indicios y Evidencias (CAIE) de la Policía Judicial (PJ) del Azuay.
La Policía indicó que el caso se encuentra en etapa de investigación previa para esclarecer las circunstancias de esta muerte violenta. Los familiares de Mauricio Inga no dieron detalles sobre lo ocurrido.
El cuerpo fue trasladado al Centro de Investigación de Ciencias Forenses (CICF) Zonal 6 de Cuenca para la autopsia correspondiente.
Pedido ciudadano
Los habitantes de Jesús del Gran Poder aprovecharon la presencia de las autoridades para exigir mayor resguardo policial y la reactivación de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector, que permanece cerrada.

Asimismo, manifestaron que las comunidades de la parte baja de Molleturo han sido olvidadas por las autoridades tanto en materia de seguridad como de vialidad, por lo que hicieron un llamado a la Gobernación y la Prefectura del Azuay para que atiendan sus necesidades. (I)
