Agentes de ICE en Boston arrestaron a Gilberto Ávila Jara, ecuatoriano de 64 años que residía ilegalmente en EE. UU. y enfrenta más de 20 cargos por delitos sexuales contra un menor.

El acusado ingresó ilegalmente por el puerto de San Isidro, California, en 1996. Desde entonces permanecía sin autorización legal en Estados Unidos, según datos oficiales.
Su historial criminal fue descubierto durante una investigación sobre delitos sexuales cometidos por inmigrantes ilegales en “Ciudades Santuario”.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, criticó en X las políticas migratorias de Boston, cuestionando la protección a criminales como Ávila Jara.
«¿Cree la alcaldesa Michelle Wu que estos pedófilos están por encima de la ley?», escribió. Llamó a eliminar políticas que limitan el accionar de ICE.
El caso reavivó el debate sobre las ciudades santuario. Boston, San Francisco y Chicago limitan la cooperación local con agencias federales de inmigración.
Críticos afirman que esas políticas dificultan la detención y deportación de inmigrantes con antecedentes penales graves.
Casos similares han ocurrido en otros estados. En Texas, un hondureño fue arrestado en 2023 tras ser acusado de abusar de menores.
En Nueva York, un salvadoreño miembro de la pandilla MS-13 fue detenido por su implicación en crímenes violentos.
El gobierno federal insiste en reforzar la colaboración con ICE para proteger a las comunidades y prevenir delitos como estos. (I)